¿Cómo asegurar una transferencia bancaria internacional?

Las transferencias internacionales permiten a las empresas pagar a sus proveedores en el extranjero o realizar transacciones con filiales o clientes en el extranjero. Sin embargo, todos los tipos de transferencias están sujetos a riesgos.

Todo sobre las transferencias internacionales

Hay varias formas de realizar transferencias bancarias internacionales. Los dos principales son SEPA y SWIFT.

Explicación :

Adopta el término SEPA (Single European Payments Area) cuando el remitente y el beneficiario de la transferencia residen en países de la zona SEPA. Esta zona comprende 36 países, incluidos los países miembros de la Unión Europea. La particularidad de este tipo de transferencias es que son baratas (en su mayoría gratuitas) y pueden ser instantáneas (para una transferencia estándar, se necesita un día laborable).

SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunications) se aplica a las transferencias internacionales en las que el beneficiario se encuentra fuera de la zona SEPA. Se utiliza también para las transferencias que requieren un cambio de moneda. A diferencia de la Transferencia SEPA, incurre en gastos más elevados que pueden variar en función de los bancos del remitente y del beneficiario. También varían según la cantidad que se transfiere y la hora de envío, en función de las diferencias horarias. En cuanto a los retrasos, son más largos (de 1 a 3 días) y pueden llegar hasta 5 días si hay cambio de moneda aunque estos plazos se están reduciendo mucho y en algunos casos (SWIFT GPI) son instantáneos.

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Riesgos asociados a las transferencias

El fraude en las transferencias bancarias es una amenaza creciente para las empresas. En Europa, 2 de cada 3 empresas han sufrido al menos un intento de fraude.

Hay tres tipos de fraude que son muy populares entre los estafadores:

Consiste en hacerse pasar por un proveedor y ponerse en contacto con la empresa una vez para solicitar un cambio de datos bancarios. A continuación, el estafador vuelve a ponerse en contacto con la empresa para solicitar el pago de una o varias facturas a una cuenta fraudulenta.

Consiste en usurpar la identidad del asesor bancario de la empresa. El estafador se pone en contacto con la empresa con el pretexto de una anomalía en una cuenta y luego pide la verificación de los datos personales, como el acceso al espacio personal. Una vez obtenida esta información, puede realizar transferencias a nombre de la empresa y desviarlas.

También se trata de un caso de suplantación de una persona oficial, en este caso el presidente de la empresa objetivo. Esta vez, presionará a un empleado, encargado de las finanzas de la empresa, para que haga una transferencia. Aquí también se utiliza el factor humano al insistir en el carácter urgente y confidencial de la transacción. De este modo, se eluden los procedimientos de verificación y seguridad y se limitan las dudas sobre la posibilidad de fraude.

¿Cómo se puede asegurar una transferencia?

Para protegerse del riesgo de fraude, las empresas pueden adoptar algunas medidas:

  • Concienciar a su personal sobre el riesgo de fraude

  • Aplicar procedimientos de control y seguridad para todas las transacciones.

  • Hacer que los empleados sean conscientes de la información personal y de la empresa que publican en las redes sociales.

  • Utilice contraseñas complejas y cámbielas regularmente

  • Asegurar el sistema informático de la empresa

  • En caso de duda sobre una solicitud de cambio de datos bancarios, diríjase a la persona de contacto habitual cuyos datos conoce la empresa

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